(Neiva, Huila. Mayo 30 de 1.921 - Bogotá abril 14 de 1.974 )
Gustavo Andrade Rivera, fue un huilense integral, que con su inteligencia, sensibilidad y talento literario, pero sobre todo con su obsesivo amor al Huila contribuyó a cambiar el medio cultural de su departamento.
Durante las décadas de 1.950 y 1.960 no existió en el Huila empresa alguna de índole intelectual o cultural que no recibiera su aliento creador: Miembro fundador de la Academia Huilense de Historia, autor de la primera guia turística del departamento “Guia para conocer y amar al Huila”, realizador del primer directorio telefónico de Neiva, director de la imprenta departamental, jefe de la oficina de turismo , alcanzo algunos cargos administrativos entre ellos tesorero municipal y secretario privado de la gobernación. Agudo analista y crítico mordaz, sus columnas periodísticas y espacios radiales en los diferentes medios de la época, despertaban la aletargada conciencia ciudadana y fustigaban a políticos y dirigentes.
Aun se recuerda con adoración su famosa conferencia “Neiva necesita un alcalde que quiera a Neiva” donde con inmensa lucidez desnuda los problemas de la ciudad, la incapacidad de sus gobernantes y plantea soluciones practicas y visionarias para colocar a Neiva en el lugar de privilegio que se merecía, rescatándola del atraso provinciano. Muchas de sus apreciaciones, cincuenta anos después conservan una actualidad impresionante, sueños de poeta para el progreso de su pueblo que no pudo realizar pues nunca fue alcalde de Neiva.
Intento ser político con buenas intenciones sin mucha suerte. En una original y autobiográfica semblanza lo refiere así “….. Aspirante a la Asamblea del Huila en el periodo de 1.943 a 1.944 lo derroto un candidato de Elías que sabia leer; aspirante a la misma asamblea en el periodo de 1.945 a 1.946 lo derroto un candidato de Tarqui que sabia escribir ; aspirante de Nuevo a la misma Asamblea en el periodo de 1.947 a 1.948 lo derroto un candidato de Timaná que sabia leer y escribir ; y aspirante a que vuelvan a funcionar las asambleas para seguir aspirando . Finalmente aprendió a leer y escribir.
Estudió Filosofía y letras y periodismo en la Universidad Javeriana de Bogotá y comunicación Agrícola en la Escuela Interamericana de comunicacion Agrícola de Costa Rica.
En Bogotá, ciudad donde se transladó en procura de mejores oportunidades laborales y en busca de su realización como escritor fue publicista, guionista de cine, comentarista de televisión y jefe de comunicaciones del ministerio de agricultura durante varios años. Escribio el guión de “El río de las tumbas” una de las películas emblemáticas del cine colombiano y de las pocas que se han rodado en el Huila.
Dramaturgo consagrado a nivel nacional e internacional, su producción teatral dominó la escena Colombiana de parte de la segunda mitad del siglo pasado.
Su obra "Remington 22" fue catalogada por la revista Semana entre los mejores 100 libros colombianos del siglo XX.
Lastimosamente la sequía intelectual del medio, sus trabas, la envidia, la hostilidad y la ingratitud, todo lo que el llamaba “Nuestros Métodos caseros de demolición” lo obligaron a emigrar . Quizás su obra de mayor importancia fue la participación en el grupo “Los Papelípolas” único movimiento literario Huilense de contenido y alcance regional y nacional.
La calidad poética de sus seis integrantes es indiscutible y difícilmente superable. Lamentablemente su transcendencia se fue perdiendo cuando Gustavo Andrade, fundador, decano, y principal animador se marchó del Huila y su órgano de difusión “Cuadernos Huilenses” del cual era director, desapareció.
Después cada integrante continuó en forma aislada su quehacer literario, algunos tomaron rumbos diferentes. Pero la pérdida de cohesión del grupo y de su carácter de movimiento volvieron efímera su vida.
La que seguirá viva por mucho tiempo es la imborrable huella marcada sobre las letras huilenses, y un legado para las actuales y futuros intelectuales de la región.
Lo decía el propio Gustavo Andrade: "Tenemos algo concreto y palpable entre mano, restaurar la fisonomía espiritual del Huila y eso se llama revolución nuestro movimiento es una revolución” y mas adelante afirmaba: “Nos asiste el mérito de cuidar amorosamente el rescoldo de nuestra cultura”. "Personalmente creo que algo quedará de nosotros, por lo menos la gran verdad de decir que hoy mas que nunca merecemos el calificativo de Valle de las tristezas que nos diera el conquistador". Descendiente, pariente y familiar de José Eustacio Rivera; de David Rivera, ilustre hombre de letras, escritor , educador, e historiador a quien no se le ha reconocido suficientemente sus aportes a la cultura huilense; de Julian Motta Salas el gran cervantista Americano olvidado entre nosotros, pero cuyos libros son textos de estudio en España; de Gilberto Vargas Motta con quien compartió bancos universitarios, desvelos y bohemia en la época de estudiantes; de su hermano Jorge el popular periodista Jorandrade; de Luis Ignacio Andrade aguerrido político, intelectual y estadista huilense; de Pedro María Rodríguez Andrade, Obispo de Ibagué durante largos años, exquisito poeta según los entendidos, con una obra completamente inédita; del gran Olegario Rivera; en fin demasiada carga genética, tantas ligaduras de sangre desembocaron necesariamente en el escritor que fue Gustavo Andrade Rivera.
Periodista, poeta, cuentista, dramaturgo, gestor cultural, hombre público,ciudadano ejemplar pero por encima de todo un huilense de selección, la Academia Huilense de Historia y el Diario del Huila lo distinguieron como uno de los cien huilenses más importantes del siglo XX.
Jimeno Andrade Bahamón. Bogotá, Agosto 12 de 2.009.
Durante las décadas de 1.950 y 1.960 no existió en el Huila empresa alguna de índole intelectual o cultural que no recibiera su aliento creador: Miembro fundador de la Academia Huilense de Historia, autor de la primera guia turística del departamento “Guia para conocer y amar al Huila”, realizador del primer directorio telefónico de Neiva, director de la imprenta departamental, jefe de la oficina de turismo , alcanzo algunos cargos administrativos entre ellos tesorero municipal y secretario privado de la gobernación. Agudo analista y crítico mordaz, sus columnas periodísticas y espacios radiales en los diferentes medios de la época, despertaban la aletargada conciencia ciudadana y fustigaban a políticos y dirigentes.
Aun se recuerda con adoración su famosa conferencia “Neiva necesita un alcalde que quiera a Neiva” donde con inmensa lucidez desnuda los problemas de la ciudad, la incapacidad de sus gobernantes y plantea soluciones practicas y visionarias para colocar a Neiva en el lugar de privilegio que se merecía, rescatándola del atraso provinciano. Muchas de sus apreciaciones, cincuenta anos después conservan una actualidad impresionante, sueños de poeta para el progreso de su pueblo que no pudo realizar pues nunca fue alcalde de Neiva.
Intento ser político con buenas intenciones sin mucha suerte. En una original y autobiográfica semblanza lo refiere así “….. Aspirante a la Asamblea del Huila en el periodo de 1.943 a 1.944 lo derroto un candidato de Elías que sabia leer; aspirante a la misma asamblea en el periodo de 1.945 a 1.946 lo derroto un candidato de Tarqui que sabia escribir ; aspirante de Nuevo a la misma Asamblea en el periodo de 1.947 a 1.948 lo derroto un candidato de Timaná que sabia leer y escribir ; y aspirante a que vuelvan a funcionar las asambleas para seguir aspirando . Finalmente aprendió a leer y escribir.
Estudió Filosofía y letras y periodismo en la Universidad Javeriana de Bogotá y comunicación Agrícola en la Escuela Interamericana de comunicacion Agrícola de Costa Rica.
En Bogotá, ciudad donde se transladó en procura de mejores oportunidades laborales y en busca de su realización como escritor fue publicista, guionista de cine, comentarista de televisión y jefe de comunicaciones del ministerio de agricultura durante varios años. Escribio el guión de “El río de las tumbas” una de las películas emblemáticas del cine colombiano y de las pocas que se han rodado en el Huila.
Dramaturgo consagrado a nivel nacional e internacional, su producción teatral dominó la escena Colombiana de parte de la segunda mitad del siglo pasado.
Su obra "Remington 22" fue catalogada por la revista Semana entre los mejores 100 libros colombianos del siglo XX.
Lastimosamente la sequía intelectual del medio, sus trabas, la envidia, la hostilidad y la ingratitud, todo lo que el llamaba “Nuestros Métodos caseros de demolición” lo obligaron a emigrar . Quizás su obra de mayor importancia fue la participación en el grupo “Los Papelípolas” único movimiento literario Huilense de contenido y alcance regional y nacional.
La calidad poética de sus seis integrantes es indiscutible y difícilmente superable. Lamentablemente su transcendencia se fue perdiendo cuando Gustavo Andrade, fundador, decano, y principal animador se marchó del Huila y su órgano de difusión “Cuadernos Huilenses” del cual era director, desapareció.
Después cada integrante continuó en forma aislada su quehacer literario, algunos tomaron rumbos diferentes. Pero la pérdida de cohesión del grupo y de su carácter de movimiento volvieron efímera su vida.
La que seguirá viva por mucho tiempo es la imborrable huella marcada sobre las letras huilenses, y un legado para las actuales y futuros intelectuales de la región.
Lo decía el propio Gustavo Andrade: "Tenemos algo concreto y palpable entre mano, restaurar la fisonomía espiritual del Huila y eso se llama revolución nuestro movimiento es una revolución” y mas adelante afirmaba: “Nos asiste el mérito de cuidar amorosamente el rescoldo de nuestra cultura”. "Personalmente creo que algo quedará de nosotros, por lo menos la gran verdad de decir que hoy mas que nunca merecemos el calificativo de Valle de las tristezas que nos diera el conquistador". Descendiente, pariente y familiar de José Eustacio Rivera; de David Rivera, ilustre hombre de letras, escritor , educador, e historiador a quien no se le ha reconocido suficientemente sus aportes a la cultura huilense; de Julian Motta Salas el gran cervantista Americano olvidado entre nosotros, pero cuyos libros son textos de estudio en España; de Gilberto Vargas Motta con quien compartió bancos universitarios, desvelos y bohemia en la época de estudiantes; de su hermano Jorge el popular periodista Jorandrade; de Luis Ignacio Andrade aguerrido político, intelectual y estadista huilense; de Pedro María Rodríguez Andrade, Obispo de Ibagué durante largos años, exquisito poeta según los entendidos, con una obra completamente inédita; del gran Olegario Rivera; en fin demasiada carga genética, tantas ligaduras de sangre desembocaron necesariamente en el escritor que fue Gustavo Andrade Rivera.
Periodista, poeta, cuentista, dramaturgo, gestor cultural, hombre público,ciudadano ejemplar pero por encima de todo un huilense de selección, la Academia Huilense de Historia y el Diario del Huila lo distinguieron como uno de los cien huilenses más importantes del siglo XX.
Jimeno Andrade Bahamón. Bogotá, Agosto 12 de 2.009.
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